Hoy he visto cómo un hombre de 71 años se convertía en el mago mas poderoso de la Tierra Media. Hoy visto cómo hacía vivir al Sir Thomas More de William Shakespeare. Hoy, he conocido a Gandalf, a Magneto, a James Whale... Hoy, he conocido a Sir Ian McKellen.
Ocurrió el pasado lunes 24, cuando el actor acudió a The Oxford Union a dar una charla. Fue totalmente fortuito que yo también fuera, me avisaron el sábado anterior y tardé bastante poco en decidirme. ¿Cómo perdérmelo?
Sir Ian McKellen
Para aquéllos a los que el primer párrafo les haya desconcertado, baste decir que Sir Ian McKellen (wikipedia, imdb) es actor, inglés, y famoso en la actualidad por haber interpretado en al mago más carismático del cine. Lo siento por el señor Potter, que se conforme con la plata porque el oro es para Gandalf el Gris.
También interpretó a personajes como Magneto (archivillano de los X-Men), hizo de narrador en Stardust (dato curioso que acabo de descubrir, ahora tendré que verla, una vez más... pero en inglés), y antes de todo eso ya se había labrado una reputación insigne en el teatro con algunos grandes de Shakespeare.
Un dato no tan conocido, especialmente en España, es que Ian McKellen es homosexual. Además, es un activista militante pro derechos gay, bastante activo por lo visto. Durante el evento, mencionó que suele dar charlas sobre el tema en colegios a lo largo de Reino Unido, y que familiarmente se refiere a estos circuitos como "The Gandalf the Gay Tours". Baste ésto para mostrar el sentido del humor y la franqueza del actor.
Dos cosas en las que tengo autoridad
Comenzó la charla con el propósito de comenzar hablándonos un poco de su vida, y dejar la mayor parte del tiempo para responder preguntas del público. Empezó diciendo: "Sólo hay dos cosas de las que yo puedo hablaros con algo de autoridad. Una es actuar. Y la otra, es ser gay. Llevo actuando más de 50 años, y siendo gay, por lo que sé, toda mi vida. De cualquier otra cosa no, pero de estas dos, creo que puedo hablaros con algo de autoridad."
Así, desde el principio quedó claro que Ian no tenía problema alguno en hablar de su condición. Y de hecho así hizo, ya que comenzó narrándonos brevemente sus orígenes y sus inicios en el mundo del teatro y luego sus experiencias como homosexual en la adolescencia, en lo profesional, y en lo público. Sea dicho ante todo, trató el tema de forma directa y totalmente honesta, y sin que faltara nunca el buen gusto en su justa medida.
Sin embargo, no pude evitar lamentar que centrara la mayor parte de su discurso en el tema de la discriminación gay. No es que me parezca un tema poco importante y opino que expresó sus puntos con corrección y sin demagogia, pero al fin y al cabo yo admiro a Ian McKellen por su calidad como actor, no su cualidad como activista. Pero supongo que él tenía más interés en lo segundo, y por lo visto buena parte de la audiencia también porque la mayoría de las preguntas giraron entorno a ese eje.
Puntos de interés
Lamentablemente, si bien mi dominio del inglés resultó ser suficiente para entender al orador, entender las preguntas del público fue harina de otro costal. Y, de hecho, se me escaparon la mayoría, haciendo bastante difícil entender la respuesta a falta de un contexto.
Me decepcionó lo abundante de las preguntas-declaración, de esas en las que alguien suelta una parrafada claramente parcial sobre un dilema y termina pidiendo la opinión del otro, al que poco margen le queda para aportar realmente algo al debate. Exempli gratia, "Me gustaría saber qué tiene usted que decir a aquellas personas que sostienen que las parejas homosexuales no son un entorno apropiado para educar a un niño". Recuerdo que no puede evitar soltar "¿Eso eso realmente una pregunta?", lo que mereció la aprobación del tipo que tenía sentado a mi izquierda.
Se alcanzó un punto de inflexión en el momento en que alguien, directo y valiente, preguntó de forma abierta: "¿Podrías hablarnos sobre estar en el Señor de los Anillos?", petición recibida por un clamor de aplausos. Y aquí, Sir Ian se extendió bastante, sabiéndose haciendo delicias de los fans presentes en la sala. Empezó aclarando que él no es un fan y que no ha leído los libros, pero que sin embargo solía tenerlos a mano durante el rodaje para comprobar que su texto fuera exacto.
A propósito de lo dicho, nos contó como anécodta que en la película puede verse una sombra sobre el suelo en la escena del puente de Khazad-Dûm (la caída en las Minas de Moria) correspondiente al libro que llevaba consigo. Y mientras narraba su situación en la escena del Balrog y el puente, sin puente porque era una sala verde, y sin Balrog porque era un palo alto amarillo, empezó a meterse en el papel... y nosotros nerviosos. "Y allí estaba yo, con los ventiladores creando viento contra mi cara, y gritando 'Peter, ¿qué pinta tiene este párrafo?'"... y nosotros, nerviosos. "Y estaba allí de pie sobre el puente... aunque por supuesto, no había puente.."... y nosotros, muy nerviosos. Y como colegialas histéricas nos dio la risa cuando, perfectamente consciente de la situación, se paró, miró a un lado, y dijo finjiendo extrañeza: "¿Qué creéis que viene ahora?".
Pero no nos decepcionó, y terminó interpretando la escena con la famosa frase "You shall not pass!" ("¡No puedes pasar!"). Creo que poder decir que he visto a Gandalf haciendo eso en directo es poder decir mucho. En fin, es difícil hacerse una idea de la situación que se desencadenó, la explosión de aplausos, las caras de tener 6 años y estar viendo a los Reyes Magos... Terminó por admitir que, si uno mira el libro (en inglés, claro), la frase original es "You cannot pass!"... ¡se equivocó!
Un punto emotivo y álgido en la charla se dio cuando, después de extenderse Ian McKellen a propósito del proceso de "salir del armario" (en su experiencia y en las de otros), un chico del público que se sentaba casi a mi lado alzó su mano y con voz temblorosa empezó no una pregunta, sino una declaración. No pude entender todo lo que dijo, pero terminaba con algo así: "Nunca he dicho esto antes, y, bueno, entre el público están algunos de mis amigos, y ellos lo saben, pero... soy gay." Ian, sorprendido incluso, se acercó para dar un abrazo al manojo de nervios que lloraba de emoción ante él.
Continuará en Cómo conocí a Gandalf (Parte 2).
Good story, Antón!
ResponderEliminar¡Pues no se pierdan el desenlace... próximamente en "Los Viajes de Adán"!
ResponderEliminarGracias por el cumplido, la tenía escrita hacía una infinidad y al releerla me fui acordando de detalles que ya habían caído en el olvido...
Un saludo,
Adán.
Yo ya sabía que Sir Ian era gay, y activista en ese sentido. Y, como lo respeto como actor, me alegra ver que en su calidad de activista lo es igualmente con mesura y tacto; vamos, que se siente orgulloso de ser quien es, pero no de forma agresiva, y que si hace estas cosas es por ayudar a aquellos que tienen problemas con ello.
ResponderEliminar¡Y grandísima experiencia la de conocer a este hombre! ¡Se le contarás a tus nietos, si te conozco bien!
No dudes, Superlayo, que ésta estará entre mis batallitas favoritas para dar la vara cuando sea viejo...
ResponderEliminar- ¿Os he contado cuando conocí a Sir Ian McKellen?
- Sí, abuelo, doscientas veces...
Mmm... nietos... creo que aún he de alcanzar algunos objetivos previos antes de preocuparme por eso.
Un saludo!
Adán.