Ahora mismo son exactamente las doce y cuarenta y un minutos de la noche. O la una menos veinte de la madrugada. Y acabo de llegar a casa, vengo del parque de salir a correr a eso de las doce.
Me apetecía correr. Y tomar el aire. Y ver el parque de noche una vez más. Me apetecía hacer algo sólo porque me apeteciera.
Vienen a mi mente pasajes de películas y libros...
<< Fui al bosque por que quería vivir deliberadamente
Quería vivir profundamente y sacarle el jugo a la vida...
Para frenar todo lo que no fuera vida,
y no darme cuenta en el momento de mi muerte
que no había vivido... >>
<< Quería destruir algo hermoso.
Quería destruir todas las cosas hermosas que nunca tendría.
Incendiar las selvas tropicales del Amazonas.
Provocar emisiones de cloro-fluorocarbonos que destruyan el ozono.
Abre las válvulas de los contenedores de los superpetroleros y vierte directamente al océano el crudo de los pozos petrolíferos.
Quería matar todos los peces que no podía permitirme comer, y empantanar todas aquellas playas que nunca jamás llegaría a ver.
Quería matar a todo aquel que se negase a follar para salvar su especie.
Quería respirar humo... >>
Me despido, viajeros. Si estoy despierto es porque tengo cosas que hacer... debería hacer alguna de esas cosas. Y pronto llegará el descanso (más blog, más noticias, más vacaciones).
Un saludo,
Adán.
A mi me apetece salir a pasear por la noche,sobre todo en estos días de bochorno en que me vuelvo campeona del mundo de vueltas en la cama y licenciada en teletienda de magrugada (viva jes-extender)
ResponderEliminarComo buena apetencia, a veces le hago caso y paseo entre gatos y esas máquinas infernales llamadas camiones de limpieza...
...delicioso
Bien hecho, Patricia. Anótate un CEAD-punto! ;)
ResponderEliminarUn saludo,
Adán.
PD: Hace ya mucho que no recaigo en las teletiendas... ^_^