Enamorarse. Enamorarme.

Enamorarse


Es curioso como tiendo a responsabilizar a "la vida" como ente en sí de las cosas que me pasan. Es curioso como me cuesta responsabilizarme de las oportunidades perdidas. ¿Cómo hacerlo, si es mucho más fácil culpar la falta de oportunidades?

Es curioso como las cosas van y vienen, las personas aparecen en tu vida sin avisar, y luego, cogen y se marchan sin más, como un invitado maleducado. Es curioso como tiendo a decir "es curioso".

Enamorarse. Puede ser una tarea gargantuesca, titánica, épica y colosal. O también algo prosaico, mundano, común y si se me permite, vulgar. La gente se enamora sin ton ni son. Sin pensarlo. ¡Sin permiso! Con lo bien parecido que resultaría acercarse a una fémina en concreto: "Disculpe, señorita, estaba preguntándome si usted permitiría que yo me enamorase y me he decidido a pedirle su consentimiento. ¿Lo tengo?". Así, las buenas damas responderían "Puede usted enamorarse de mí con toda libertad, más le aviso que soy pécora de poco fiar, y no tengo pensado corresponderle sino aceptar todas sus atenciones y disfrutar de su galantería mientras me la sirva sin darle nada a cambio.". Entiendo que con buenos modales se haría más sencillo el proceso.

Pero no, eso le quitaría el romanticismo al asunto. El riesgo. El juego. El dolor. Odio el juego. Desde mi punto de vista, lo bonito es combinar lo espontáneo y lo deliberado. Porque enamorarse sin querer es, por lo habitual, poco conveniente y completamente inoportuno. Enamorarse de forma calculada y planificada es, con seguridad, un pecado de los que no caducan. Para enamorarse en condiciones, se requiere un factor aleatorio, una chispa que surja y prenda la química serendipiosa o serendípica (por qué escatimar derivaciones si la palabra no existe en español).



Enamorarme


Hace unas semanas tropecé, buscando por cierto un poema de Gabriela Mistral, en un curioso blog llamado "Esta boca es mía". En él Mariet publica "besos", entre ellos uno que me sorprendió terriblemente. No sé si se puede decir terrible para algo bueno. Pero el caso es que me sorprendió mucho. Y para bien. En dicho post, Mariet declara abiertamente querer enamorarse, con la expresiva expresión* de "Quiero irme de narices en la vida de alguien".

* Yo [corazón] redundancias.

Pues qué decir. Que me apunto. Sin duda. Yo también quiero irme de narices en la vida de alguien. ¿Y saben, queridos lectores, qué es lo mejor? Que Mariet no pide que alguien aparezca en su vida, sino todo lo contrario. No pide. ¡Ofrece!

Yo también quiero irme de narices en la vida de alguien. Y sin pedir permiso. Quiero arrancar suspiros, y pensar en una persona todas las noches antes de dormirme porque no puedo pensar en otra cosa. Quiero dejar de culpar a la vida porque no me da oportunidades, para lo cual el camino más fácil es que me las de :)

En Big Fish (película), se decía del protagonista Edward Bloom que llegaba al pueblo de Espectro en dos ocasiones: En la primera, era demasiado pronto. En la segunda, demasiado tarde. A veces tengo la impresión de que determinadas personas que han tropezado conmigo lo han hecho demasiado pronto o tarde. A veces por ellas. A veces por mí. Oh, dramático azar. No se trata sólo de las personas, también del momento.

Así que, queridos Reyes Magos. Este año he sido terriblemente bueno. Me he esforzado por ser mejor persona. Esto es, no una persona más buena, sino por ser una persona de mayor calidad. Por ser más yo. Y por trabajar esos defectos que yo me encuentro. Así que me lo merezco. Estas navidades, me pido un enamoramiento. De los buenos, de los que valen, de los correspondidos (aunque eso no hay que descubrirlo al principio, no perdamos la magia, Sus Mágicas Majestades).

Como no puede ser de otra manera, de este viaje me despido con un beso.

Un beso!
Adán.

6 comentarios:

  1. joroba! el amor a la carta con la respuesta de la señorita es una pasada ¿no crees? eso de que ella fuera pécora me ha gustado, nada machista, que va...la mujer fria, distante, calculadora, aprovechada...pero...no son así algunos hombres? no somos las mujeres las que ponemos, (y pondria pues esa señorita)el corazón, o estamos en el cuento del lobito bueno de Goytisolo ¿me perdí en lo que se lee entre líneas? Lo cierto es que desgraciadamente, enamorarse es demasiadas veces una faena, pero el corazón tiene razones que la razón desconoce ¡hélas! o por suerte...quien sabe..

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  2. ¡Desconcertado me hallo! He de decir que no sé quién eres (ni si te conozco en persona).

    Veamos, me dices muchas cosas pero mucho de ello no me queda claro. No creo que haya por qué ver machismo en mis palabras, creo que la situación que he descrito (sí, la de la pécora) es bastante común, si bien el diálogo transcrito imaginario.

    Por supuesto, aceptaría casos del tipo:
    -"Buen caballero, es usted buen mozo y tiene buen parecer. Me gustaría comunicarle que me hallo en disposición de prendarme enamorada si consiente."
    -"De buena gana conquistaré su corazón, mas no se lo recomiendo, señorita, ya que no tengo otra intención que abordar su cama cual pirata furtivo que se desaparece en la madrugada, marcando una muesca más en el hacha."


    ¿Contento el público femenino? Desde mi perspectiva masculina que no machista he ejemplificado como he sentido, pero ello no quita que el enamoramiento sea inoportuno para gentes de ambos sexos.

    Por cierto, que lo de que el corazón tiene razones que la razón desconoce, me lo han dicho también este fin de semana. Concidencias de la vida.

    En fin, amor a la carta... difícil. Y como he dicho, ¡se pierde la magia!

    Un saludo!
    Adán.

    PD: Con todo, no sé si te gustó el post o, por el contrario, en absoluto. Si te pasas, ya me dirás!

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  3. Hay besos que pronuncian por sí solos
    la sentencia de amor condenatoria,
    hay besos que se dan con la mirada
    hay besos que se dan con la memoria.
    ***
    Hay besos silenciosos, besos nobles
    hay besos enigmáticos, sinceros
    hay besos que se dan sólo las almas
    hay besos por prohibidos, verdaderos.
    ***
    Hay besos que calcinan y que hieren,
    hay besos que arrebatan los sentidos,
    hay besos misteriosos que han dejado
    mil sueños errantes y perdidos.
    (...)
    Hay besos que producen desvaríos
    de amorosa pasión ardiente y loca,
    tú los conoces bien son besos míos
    inventados por mí, para tu boca.
    (...)
    Yo te enseñe a besar: los besos fríos
    son de impasible corazón de roca,
    yo te enseñé a besar con besos míos
    inventados por mí, para tu boca
    G.M.

    De modo que indagando acerca de los besos de Gabriela Mistral, querido...
    jijijiji

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  4. Vaya, Aletheia, si quieres que cada uno de mis posts haga explícita referencia a tí, me temo que estás demandando mucha atención (lo cual acostumbra a estar vinculado a serios conflictos en la dimensión afectiva de la persona).

    Si, por otro lado, lo único que quieres es que reconozca tu mérito como factor desencadenante del post, lo hago ahora ;)

    Un BESO!

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  5. Buenas!! Como te dije, me sigo pasando por tu blog jeje. Y he de decir que yo también me he sentido así alguna vez, y que sigo esperando esa chica con la que salte la chispa de la que hablas. Así que, si me lo permites, yo quiero pedirles a los Reyes lo mismo que tú... un enamoramiento de los de verdad. Nos vemos!!

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  6. (º_º) Pues...va a ser que no busco referencias explícitas y la cosa iba en la línea del factor desencadenante...pero vamos, que me has dejado entre rota y anonadada...¡¿Cómo piensas eso de mí!? Ay Adán, Adán...no te pega eso de andar a la defensiva,eh...Te perdonaré por eso de que es Navidad...

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