Nadie sale

Tocar fondo. Hay días en los que te sientes muy abajo, y sencillamente no tienes ganas de subir. I miss the comfort in being sad. Días de Placebo y Nirvana, de luces de Bohemia y clubes oscuros. Días para enterrarse y respirar humo, porque no tiene sentido buscar un sentido. Todo es una puta broma.

Soy el Comodoro Norrington borracho en Tortuga, soy Nicholas Cage dejando Las Vegas, soy la parte fracasada de Tyler Durden. Soy Randy the Ram, soy el Comediante después de saltar.

A veces, sentirse así es mejor que no sentir nada. A veces necesitas emociones... y no me refiero a la acepción estereotípica de "necesitar emociones" en el sentido de hacer puenting, salir de fiesta, drogarte o robar. Me refiero a la necesidad emocional para sentir que sigues vivo. ¿Se puede ser un adicto emocional?

Os dejo una pequeña joya de escena que me encontré en la no tan brillante serie True Blood, es del final del episodio 3x04 (spoiler-free), y que da origen al título y al motivo del post. Recorté sólo la secuencia de la conversación, aunque merece la pena ver el episodio entero para ubicarla mejor en contexto. (Aviso: +18)




-¿Cómo te llamas?
-Anne.
-¿Y qué opina tu marido de tu profesión?
-No tengo marido.
-¿Hijos?
-No quiero tener en este mundo de mierda.
-¿Y tú familia?
-Me decían que no valía nada, no merecen saberlo.
-Puede que tengas razón.
-No sirve de nada.
-¿Qué?
-Querer a alguien. O a algo. Empieza bien pero siempre acaba mal.
Conozco la verdad de la vida. Un infierno del que nunca saldré.
-Nadie sale.


La música se me ha quedado pegada, y la del final del episodio también es digna de mención. Añadidlas a vuestra lista para los días sin sol:


Leave me out with the waste
This is not what I'd do

It's the wrong kind of place
To be thinking of you
It's the wrong time
For somebody new
It's a small crime
And I've got no excuse

3 comentarios:

  1. Cuando tocas fondo no queda sino subir, amigo Antón. "Nunca llovió que no despejara", que decimos por aquí :-)
    Hazte fuerte ahí en el fondo para subir más rápido. Como bien dices todo es una puta broma, así que mejor cogerle la gracia rápido, visto que ninguno saldremos de ella...

    ResponderEliminar
  2. A mí me gusta cuando llueve y estoy triste... Disfruto de la tristeza cuando es cálida y blandita...

    ResponderEliminar
  3. Gracias por las palabras de apoyo, Mafias, y gracias a Aletheia por unirse a la causa. Aunque yo más bien me refería a la tristeza que es fría y sucia, cuando dejas de importarte y te apetece vender tu dignidad. Porque cuando estás en el fondo, y sólo entonces, tienes la certeza de que no puedes seguir bajando. Y, entonces... te puedes reír de los que aún tienen mucho que caer, o de los que están abajo y no lo saben. O de los que se esfuerzan tanto por subir a respirar.

    Pero no preocuparse, gracias entre otras cosas a un maravilloso día soleado, los días grises se han vuelto azul claro.

    Aun así, sigo haciendo apología del dejarse ir, y defendiendo el derecho a dejarse uno caer cuando y como le de la gana.

    Un saludo,
    Adán.

    ResponderEliminar