Hola!
Ya ha acabado. El infierno de febrero. Y esta vez ha sido tremendamente duro para mí. Es lo que tiene acostumbrarse a hacer las cosas de una determinada manera que no es la más correcta y que te salgan bien. Que como no es la más correcta, no siempre salen bien. Pero bueno, los daños no han sido gran cosa finalmente, más allá de unos días de mucho estrés y sueño acumulado.
Pero no es de todo esto de lo que quiero hablar. Quiero hablar de drama, de poesía, de la vida y del concepto de la vida, de lo que quiero que sea la mía y del camino que recorro para conseguirla.
Todo se debe a las películas. "Vicky, Cristina, Barcelona" ya me hizo pensar en su día en que la forma en la que vido mi vida y la forma en la que me gustaría hacerlo no coinciden demasiado. Me gustaría vivir viajando, conocer a gente, vivir cosas, en libertad... pero vivo esclavo de rutinas del sistema. La universidad. Estudiar una carrera. Pensar en conseguir un trabajo. ¿Y cuándo mis sueños bohemios, mis ilusiones -probablemente infantiles, lo sé-?
Y ayer más de lo mismo con "El curioso caso de Benjamin Button". La recomiendo mucho. Pero no a todo el mundo. Ni en cualquier circunstancia. Es una película larga. Y punto. Y si te aburren las películas largas, pues mejor no ir. Es un drama, y es una película para pensar, aunque sea sólo un poco. Es bonita y como te pille un poco vulnerable, ay la que puede armarte. Ay la que me armó.
Lo futil de la vida, lo fugaz de la belleza, la estética que es efímera en el tiempo. Nace, brilla y desaparece. ¿Y después? Cenizas. ¿Qué es lo que tenemos? ¿Qué es lo que podemos conseguir? Recuerdos, quizá. Pero los recuerdos también se pierden. Experiencias, vivencias, momentos disfrutados -o no-, momentos vividos.
Normalmente siempre he aspirado a un modo de vida basada en el ansia de obtención de conocimientos. Aprender cosas en el colegio, aprender muchas cosas en la universidad, conseguir un buen trabajo y tener tiempo para seguir aprendiendo cosas. Cosas de todo tipo, no sólo relacionadas con el mundo de la informática (mi carrera). Karate, otras artes marciales, tai-chi, meditación, poesía, literatura, teatro, filosofía, física, matemáticas, idiomas... aprender. Acumular conocimientos.
Ahora bien, ¿pueden los conocimientos hacerme feliz? Al fin y al cabo, siempre puedo aprender más. Y el sistema falla si mi objetivo no es "aprender" sino "haber aprendido". Es decir, si no disfruto durante el aprendizaje, si lo que quiero es llegar siempre a la meta de dominar un pequeño pedacito de materia o campo. No sé si los conocimientos pueden hacerme feliz.
Pero, ¿sabéis qué sí puede hacerme feliz? Ser feliz. Vivir momentos felices. Acumular experiencias. Algo sobre esto escribía ayer en mi diario pasada la medianoche (como digo, la película me hizo pensar). Y algo al respecto se menciona en ella. Nunca es tarde -o pronto- para empezar. Para cambiar. No sé si voy por el camino correcto para conseguir la vida que quiero. Puede que yo no necesite ser un gran informático, ganar dinero, y tener una "gran calidad de vida" al estilo convencional. Puede que lo que necesite sea sólo vivir el día a día, con tranquilidad y disfrutando los momentos. Dirigiendo mi vida. Tomándola en mis manos (esta frase es muy de MarCha).
No sé si estoy dirigiendo mi vida. Y si no mando yo, ¿quién? Pues vaya, sea quien sea tendrá que vérselas conmigo. Mando yo.
Un enérgico saludo!
Adán.
PD: Trailer de Benjamin Button. Atención a la música ("The Carnival of Animals - The Aquarium")
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¿sabéis qué sí puede hacerme feliz? Ser feliz Touché.
ResponderEliminarMe ha encantado el artículo, necesitaba algo así. No te extrañes si en unas horas aparece una reflexión al respecto en mi blog.
Hoy no estoy reflexiva, lo siento, así que el comentario va por otros derroteros...
ResponderEliminar¿No te encantaron la estética y el vestuario de la peli?
Yo personalmente me quedo con las habitaciones de la residencia de ancianos y con el maravilloso abrigo amarillo de Daisy en París!!!
ouTCarD: Gracias por tus palabras, me siento un poquito halagado por ellas.
ResponderEliminarAletheia: La estética de la película me encantó, sin duda. Lo del abrigo de Daisy, no obstante, ya es mucho pedir... aunque yo me quedo con su ballet... ¡ay!
PD: ¿Alguien se fijó en que cuando Benjamin va a visitar a Daisy le lleva un ramo de margaritas? "Daisy" significa "margarita". ^_^