Sean bienvenidos
¡Acérquense! ¡No teman entrar! ¿A qué esperan? ¡Acérquense y contemplen! Niños y mayores, damas y caballeros, viajeros y sedentarios, aristócratas y vagabundos, ¡todos están invitados! ¡No tarden en llegar! ¡No tarden en acudir a la 21 Gala de Cumpleaños de Adán!
El cumpleaños
¡Acabo de cumplir 21 años! Voy a escribirlo con letras, despacito: veintiún años. Mi madre me ha puesto en el desayuno un pastel de chocolate (mmm.... ¡qué rico!) con una vela. La vela es la de mi tarta de mi primer cumpleaños... increíble.
21 Soldados
Tengo 21 soldados. Al principio era un pelotón inocentemente pequeño, pero poco a poco han ido llegando, uno detrás de otro. Cada uno tiene sus medallas. Uno por aprender a andar, otro por caérsele un diente, otro por leer El Hobbit (mi primer libro de Tolkien), otro por un primer beso (¡ésa es una medalla importante!). Claro que también hay medallas al valor por proezas que no tuvieron final feliz, pero son medallas al fin y al cabo, y mis soldados las exhiben con orgullo.
No todos los soldados son iguales, unos son más altos que otros, otros más gordos, quiero pensar que cada vez son, además, más sabios. Pero, ¡ay!, si me faltara uno sólo de mis soldados... ¡no sería lo mismo! No sería yo.
Las caras del soldado 21
Este año ha sido importante. Creo que he hecho cosas importantes. Buenos amigos. Buenas medallas.
El aluvión de felicitaciones ha sido masivo. Cosas de las redes sociales... (tuenti, en este caso). Sé que muchos de los que me han felicitado no lo habrían hecho de no ser por el tuenti. Y no me importa, en realidad.
Pienso que si todas esas personas se han tomado la molestia de dejar una felicitación, más parca o más extensa, más sentida o más formal, es por algo. Al fin y al cabo, cada vez felicito menos por tuenti porque no me gusta, así que no cuento con que nadie se sienta "obligado". Quiero pensar, quiero creer que puedo pensarlo y pienso que de entre todas esas líneas se puede entresacar un sentimiento de aprecio. Que yo suscito ese aprecio en muchas de esas personas. Aprecio en unos casos, cariño en otros... y me ha hecho sentir bien. Valorado. Acogido.
Hay gente tan lejos que me recuerda con al menos un poquito de alegría. Quizá compartimos algún momento, por breve que fuera, significativo. Quizá alguna conversación. Supongo que todos impactamos de alguna forma a aquéllos con los que nos relacionamos.
Y mi recuerdo en este día es para aquéllos que han (habéis) apoyado al soldado número veintiuno. Los que habéis compartido sus días, los buenos momentos y los no tan buenos. Y también los momentos horribles (huy, ¡qué necesarios son esos a veces para aprender!).
Pienso en la gente del verano de MarCha, en los compañeros de siempre del Auseva (A+), en los compañeros más nuevos de informática, en la gente de MarCha de aquí de Oviedo, los compañeros de viajes y cenas japonesas, la gente de karate, en mi familia... en las barbacoas en casa de Charly y los muses en el Cundo, los ¡Por Atlantis! y los ¡Frozen!, los sábados de fiesta y los domingos de lamentaciones, los ¡pierdo! y los ¡yo no juego a eso!, los kiais, los necesito hablar, los ich glaube, los cuando queráis.
Os aseguro que el soldado número 21 os lo agradece y mucho. ¡Gracias!
El soldado número 22
Y hoy me he dado cuenta de que acabo de comenzar a construir la hoja de servicio del soldado número 22. Vein-ti-dós. De mí depende las medallas que vaya a tener este soldado, cuando dentro de un año cierre su expediente. ¡Pero esto es tan difícil!
Tengo la sensación de que es un soldado importante. Por ejemplo, es la primera vez que no tengo ninguna seguridad sobre qué estaré haciendo el próximo curso, o dónde. Hasta ahora tenía bastante claros todos mis pasos... colegio, bachillerato, informática... ¿y ahora? Tenía dudas entre la superior y un máster. Luego con dónde estudiar ese máster. Y ahora se me ocurre que a lo mejor sería buena idea estudiar arte dramático. Lo siento mucho, soldadito 22, pero... ¡te va a tocar lidiar en una batalla nada fácil!
Nos vemos las caras
Así pues, el soldado 21 se retira, y me complace presentar ante todos ustedes, damas y caballeros, al soldado número 22. De sus andanzas y hazañas, caídas y levantandas, podrán tener noticia en esta humilde barraca de feria.
Los 20 han estado llenos de viajes. ¿Qué viajes me esperan en los 21?
Un saludo!
Adán.
PD: Sobre el Proyecto CEAD
La Condesa me había dejado un encargo. Celebrar mi 20 cumpleaños haciendo 20 cosas especialmente absurdas y divertidas. De ahí surgió el Proyecto CEAD. El caso es que sólo he realizado 14. Sólo me faltaban 6...
¿Qué hacer ahora? Oh, tremenda incertidumbre, cruel duda... ¿abandonar el proyecto por haber cumplido los 21! ¡Imposible! ¿Acumular el retraso y proponerme realizar 27 este año, como dijo Ibon? Suena demasiado forzado... Así que he tomado la determinación de terminar el encargo de la Condesa (esto me suena a "Un soneto me manda hacer Violante"). Terminaré las 20 CEAD. ¿Y después? ¿Morirá el Proyecto? No tiene que ser así... pero todo a su tiempo.
PD2:Trivia
La fecha y hora de este post está falseada. Pero coincide con mi exacto cumpleaños :)