Después de mucho más tiempo del que debería me he decidido a ir hoy a la biblioteca a devolver los dos segundos tomos de la trilogía "Memorias de Idhún", de Laura Gallego. Lo he estado postergando porque antes quería escribir esta CEAD y así aprovechar para comentar un poco mis opiniones sobre el libro. No tengo pensado hacer una serie de artículos de crítica literaria, pero hay alguna idea interesante que me apetece diseccionar.
Memorias de Idhún
Mi opinión general sobre los tres libros en conjunto es que están bien pero que me han llegado tarde, los encuentro un poquito infantiles (adecuados a un público más joven, vaya). Tienen unas cuantas ideas muy interesantes a nivel filosófico, digamos, pero no las explora lo suficiente o lo suficientemente bien y, por otro lado, resulta muy reiterativo en lo relativo a ciertos temas.
¿De qué ideas os hablo? Os cuento, pero antes...
Alerta anti-spoilers
Un spoiler ("estropeador" o "arruinador") es un trozo de información que revela detalles sobre una obra (libro, película, serie...) en déficit de la calidad de su disfrute al potencial espectador. Id est, que te revientan el final o cosas importantes y luego no te presta lo mismo el leerlo/verlo/loquesea. ¿Os gusta como combino latín con loqueseas? A mí sí.
En los siguientes apartados puede que haya algún spoiler. No cuento el final de los libros, pero son cosas que a mí no me hubiera gustado leer en un blog desconsiderado antes de leer los libros. Si pensáis leerlos y/o sois tan sensibles como yo ante estos temas -de ahí tanto cuidado-, parad ahora de leer este post y pasad directamente al apartado CEAD completada, al final del artículo.
Yo odio a Victoria
Yo odio a Victoria. Mucho. Mucho. Muchísimo. En serio. No la soporto. Ni a Christian. Me parecen personajes tremendamente planos y unidimensionales, nada creíbles e insoportables. Y conste que Jack me cae sólo algo mejor que ellos y por eso se salva, pero al menos es más... agradable. A Jack lo vemos experimentar miedos, dudas, odios, evolucionar en su camino, etc. Como Christian no tiene emociones, no hace nada de eso... pero sin embargo comprende perfectamente las Victoria. ¡Incongruente! En serio, cuando se besan por enésima vez y por enésima vez ella siente que su amor es más fuerte que nunca... la odio mucho.
Y mientras Jack se dedica a luchar por el bien de Idhún, Shail investiga, Alsan intenta restaurar el reino de Vanissar y Christian lucha por sus propios intereses (que siempre son demasiado oscuros y secretos para poder ser revelados porque el es así de guay el llanero solitario), la trama principal de Victoria discurre entorno a su corazón dividido entre Jack y Christian y la atracción fatal que siente hacia este. Ah, y a veces también entrega magia y eso.
Mi parte favorita de la historia de Victoria es, sin ningún lugar a dudas, cuando Jack está en Umadún y todos creen que Christian lo ha matado, y Victoria se pasa al lado oscuro en su búsqueda de venganza. No podía dejar de recordarme a Willow en Buffy Cazavampiros cuando se convierte en adicta a la magia negra y cuando muere Tara entra en trance y lanza su terrible cólera contra el asesino creando caos y destrucción a su alrededor. Eso mola. Victoria mata a algún ladrón y engendra a Yaren. ¡Y ni si quiera llega a matar a Christian! ¿Alguien más a estas alturas estaba deseándolo ya tanto como yo? ¿Al menos un poco? ¿O que en algún momento Christian se sacrificase y muriese por ella, convirtiéndose en un héroe y haciendo un favor al lector?
Ahora vamos con cosas que sí me gustaron :)
Dragones y Sheks
Me gusta la idea de razas enteras de criaturas creadas con un propósito concreto, y de cómo el mandato divino que sirve a ese propósito está impreso en ellas en su instinto.
Plantea un interrogante interesante. ¿Hay libre albedrío o, por el contrario, somos peones de "los dioses"? Y, si es así, ¿cuál es nuestro propósito? ¿Somos dueños de nuestro destino, en cualquier caso?
Aunque a veces el estilo reiterado de las novelas cansara con este tema, y nos cansemos de leer que "Jack tuvo que controlarse para no obedecer a su instinto que le obligaba a desenvainar a Domivat", la cuestión que hay en el transfondo sí es interesante.
Dioses
Y he aquí lo que me parece más reseñable del libro. En él, los dioses son seres incomensurables, que no podemos apreciar en nuestra naturaleza simple de humanos (ni tampoco pueden los shecks ni los dragones ni los unicornios, que están por encima).
Los dioses se presentan como entes cuyos motivos no podemos alcanzar a comprender, que si bien son poderosos y responsables de la creación, distan de la imagen clásica del dios benigno que cuida de cada planta y flor. En Idhún, los dioses no son buenos ni crueles, simplemente son. Y las criaturas que han puesto sobre el mundo, y el propio mundo en sí, son para ellos como para nostros un insecto. Caminamos por el bosque y si pisamos unos cuantos no le damos importancia. Al fin y al cabo, son insectos. Se presentan así a los dioses como criaturas similares a los humanos pero en una escala mayor, en una dimensión cualitativamente superior.
El tercer libro, "Panteón", gira entorno a esta idea: Los dioses vienen a Idhún a encontrar y luchar contra el séptimo y probablemente destruyan Idún por el camino. Porque no les importan los humanos y demás razas. Pueden volver a crearlos. No les importa que perviva la magia que entregaban los unicornios. Pueden regenerarla siglos después. Porque no les importa demasiado el planeta, pueden hacer otro y para ellos, el tiempo no es importante. Su concepción temporal dista mucho de la humana (tema igualmente interesante, que me recuerda a Bárbol y los Ents).
CEAD
Cuando era pequeño, en el colegio nos mandaron leer el Cid. Recuerdo que lo saqué de la biblioteca y encontré que alguien había dejado el típico papelito que te dan como marcapáginas con la fecha de fin del préstamo, y había escrito en ella una inscripción que rezaba "Este libro es un coñazo". Creo recordar que después de acabarlo pero antes de devolverlo, dejé la nota en su lugar añadiendo a boli rojo "Y que lo digas".
Así que me propuse dejar comentarios sobre cosas que me gustaran en otros libros de la biblioteca. Y pensé en Memorias de Idhún para empezar, porque había una cita que me gustó mucho...
-Nos miran -susurró Deimar, temblando.
-¿Qué? -pudo decir Shail.- ¿de qué hablas? ¿Quién nos mira?
Deimar señaló el cielo. Erea, la luna plateada, les sonreía desde allí, arropada por sus dos hermanas.
-¿Te refieres a...?
-Sssssshhh -cortó el loco, y bajó más la voz-. Ellos nos miran. Siempre. Todas las noches. ¿Pero sabes una cosa?
-¿Qué?
Deimar le hizo señas para que se acercase más. Shail obedeció, entre inquieto e intrigado. Entonces, el sacerdote susurró en su oído.
-No nos ven.
Tengo sobre mi escritorio Panteón abierto por la página 106, en la que se encuentra la cita. Y me dispongo ahora mismo a dejar mi nota.
CEAD completada
Ya está, ya dejé la nota con una copia manuscrita de un estracto de la cita y mi comentario personal "¿No es una frase genial?", con la única seña de identificación del cartel final a modo de seño y en pequeñito que lee "PROYECTO CEAD".
Quién sabe, quizá alguien lee esto o encuentra la nota y si le gusta lo repite. ¡Podría convertirse en un meme!
En fin. ¿Encontrará alguien mi nota? ¿Llegará hasta aquí? Estas y otras preguntas tendrán respuesta en otro viaje...
Un saludo!
Adán.
PD: Vaya chapa de post me ha quedado. Bueno, así compenso llevar mucho sin actualizar, con leerse un parrafito al día... :)
PPD: Es gracioso que ésto sea una CEAD cuando el origen de las CEADs se debe a la mismísima Aletheia (que así nombrada talmente parece un personaje mitológico) a raíz de un pequeño juego relacionado con uno de los libros de la trilogía Idhunita.